Dentro
de las particularidades de la Argentina hay al menos 2 que
siempre llamaron la atención: 1. Que en su conformación,
a la población 'autóctona' -descendiente de
indígenas y de la colonización española-
se le sumó una enorme población proveniente
de las olas emigratorias europeas durante las últimas
dos décadas del siglo XIX y la primera mitad del siglo
XX. Si bien prevalecieron las emigraciones ítalo-ibéricas
fueron de gran importancia socio-cultural las influencias
de otros países europeos (Francia, Alemania, Inglaterra,
Rusia, Polonia, etc.) que aportaron orientaciones e ideales
que marcaron el ritmo de gran parte de la sociedad. 2. Uno
de los rasgos salientes dentro de las características
socio-culturales de la Argentina es su preocupación
por la denominada 'salud mental', y dentro de dicha preocupación,
el auge y desarrollo que tuvo y tiene la perspectiva psicoanalítica
como abordaje de las problemáticas y vicisitudes de
los seres humanos.
Así, en las últimas décadas y especialmente
en la última, a partir de la creciente influencia de
la 'globalización norteamericana' se ha tensado enormemente
por un lado la arriba mencionada tradición cultural
europea -uno de cuyos resultantes es el psicoanálisis-
y por el otro la dependencia económica de los Estados
Unidos de América y la inserción geográfica
de la Argentina en América, con sus inevitables y enormes
incidencias en la vida cotidiana.
En nuestra película Velada decidimos tomar algunas
temáticas universales: la ceremonia iniciática
para una niña que devendrá mujer, la propensión
humana al sacrificio, la función paterna; a fin de
dar cauce -en un proceso de desidentificación cultural
creciente en la importante 'clase media argentina'- a una
historia de final abierto. Más específicamente:
Dentro de los efectos provocados por la globalización
económica y el implacable avance científico-tecnológico
está la pérdida de los valores simbólicos
de los ritos y la caída de la función simbólica
del sostén paterno.
Velada se refiere no sólo a una noche de encuentro
social festivo, sino también a algo o alguien que,
moribundo o ya muerto, es acompañado antes de su entierro
definitivo. Velada alude también a la ceremonia de
las velas, momento fundamental en la celebración de
los 15 años de las adolescentes, y a algo que queda
oculto a la vista ¿Hasta dónde y con qué
consecuencias se puede velar, en su triple acepción
de celebrar, cuidar los restos y ocultar, lo que se presenta
cómo la inevitable caída de los pilares donde
se asienta una forma, hasta hace poco tiempo privilegiada,
de lazo social?
Según las culturas y religiones hay distintas ceremonias
que se refieren, en forma más o menos explícita,
a metaforizar, a encausar simbólicamente, la irrupción
de la sexualidad femenina; generalizando: 'los ritos de iniciación
sexual'. En la tradición judeo-cristiana las ceremonias
religiosas que acompañaban a las púberes y adolescentes
en su ingreso de derecho a una comunidad socialmente reglada
(bat-mitzwah, confirmación) se han ido desplazando
a la tradicional fiesta de los 15 años. En ellas se
presenta a la joven en sociedad en una festividad donde el
padre, la madre, familiares y amigos debieran sostener con
funciones claramente definidas el pasaje de la antigua niña
a la ya adolescente con las promesas implícitas de
una sexualidad para ser disfrutada, cuyo momento culminante
sería el del matrimonio, la procreación y la
contribución a la manutención de los valores
familiares
y sociales. En dichas fiestas se presentan además,
en forma desplazada y anticipada los futuros símbolos
matrimoniales y mortuorios.
¿Hay algún camino posible para María
Judith, una adolescente en su fiesta de 15 años,
cuándo poco a poco va develando, la comercialización
y degradación de los valores simbólicos, la
impostura paterna, el sacrificio materno, la denuncia desenfrenada
de la hipocresía reinante por parte de su hermana
menor, su sexualidad confusa, la cobardía de su admirado
abuelo moribundo -soporte máximo de la autoridad-,
las alocadas y escandalosas reacciones de los distintos
invitados como reacción a la estrepitosa caída
de sus referencias, que inevitablemente va construyendo
su propia desorientación?
Velada es el intento de salida de la protagonista, quien
a lo largo de su fiesta de 15 años, no evita enfrentarse
con lo que es la metáfora del desmoronamiento de
un mundo cuyos pilares no tienen ya consistencia alguna.
En su recorrido recogerá las negativas de aquellos
que prefieran dormir en el lecho de muerte del gran abuelo
y las adhesiones de quienes se animen a despertar de su
sueño pesadillezco.
VELADA
(Candle party).
Sinopsis.
En los
prolegómenos de la tradicional fiesta de 15 años
de Mariju -una adolescente dividida en su vida entre la
superficialidad reinante y cierta preocupación por
los temas relativos a la amistad, la sexualidad, el amor-
se enferma del corazón su admirado abuelo materno
Teodoro, prestigioso médico recientemente jubilado.
Este hecho, dada su importancia simbólica fundamental
como mentor insustituible de familiares, amigos y pacientes,
pone en duda la realización de la ceremonia. Finalmente
se encuentra una solución: el gran hombre estará
presente mediante un dispositivo de teleconferencias que
le permitirá, desde su internación y vestido
de smoking, 'asistir' a la fiesta a través de un
monitor
Desde distintas situaciones los organizadores e invitados
van haciendo sus preparativos. La madre, Mónica,
asistente social en Tribunales, está básicamente
preocupada por su padre, el eminente médico; en segundo
término está la preocupación por que
todo salga bien en la fiesta de su primogénita Mariju;
su marido ocupa un lugar secundario; su otra hija, Magda
le resulta intratable. Juan Carlos, el padre, abogado de
un prestigioso estudio, ha dejado de lado sus ideales de
justicia en aras de su ascenso socio-económico. Este
ha sido el motivo principal de su matrimonio con Mónica,
la cual proviene de un ambiente familiar acomodado. Desoyendo
amenazas de absorción de su estudio por una consultora
internacional -y con ello la posibilidad de perder su trabajo-
desea hacer de la fiesta una ocasión de ostentación
de poder económico. Mariju le importa algo, Magda
le resulta intratable también. Ésta, la única
hermana de Mariju, con sus 12 años, se encuentra
en un estado de acción permanente, buscando desenmascarar
las hipocresías, mentiras, traiciones, injusticias
reinantes, con lo cual se gana la repulsa de todos, salvo
la de su hermana Mariju, preocupada por ella, y la del camarógrafo-estudiante
de Letras, el cual, durante la fiesta, admira a esta encarnación
de la verdad desatada.
En los preparativos se dejan ver las diferencias entre ambas
familias de origen, sus particularidades y sus diversos
intereses. En los preparativos asistimos también
a la expectativa de compañeras y compañeros
de la agasajada en este aggiornado 'rito iniciático'
propio de las jóvenes en la cultura judeo-cristiana.
Asimismo, en la preparación y en el desarrollo de
la fiesta, juegan un papel muy destacado el Maestro de Ceremonias,
Marcelo, ex periodista frustrado, quién ha dejado
su profesión por desencanto y poder ganar dinero;
su inteligente y tímido hijo Ernesto, estudiante
de Letras, camarógrafo de la fiesta, y el DJ Ludwig
quién, con su música, charlas con Ernesto
y comentarios, da el tono atinado a varias situaciones.
MariJu está preocupada por los múltiples detalles
de la fiesta, pero muy especialmente por la esperada 'Ceremonia
de las Velas', donde queda sin saber qué decir acerca
de su única tía materna Mabel, desparecida
durante la Dictadura.
El clima de la ceremonia es de 'americanización'y
desnaturalización simbólica creciente de una
tradicional ceremonia autóctona.
Recorrido por las distintas mesas y algunos de los invitados:
la principal que reúne a la familia y a las amistades
cercanas; la de los gerentes y sus señoras; la de
los familiares ricos incluyendo a los tíos y primo
norteamericanos; la de los familiares y amistades pobres,
la de los compañeros de club, de colegio, de primaria;
una mesita especial para el abuelo, al costado de la principal,
con monitor de TV. Se producen situaciones de rivalidad,
falsedad, ostentación de bienes, de belleza o de
conocimiento, y de racismo en
las
mesas de los mayores. En los jóvenes, la rivalidad
generada por la irrupción de la sexualidad, y puesta
en escena a través de la exagerada impostura masculina
y la sobreactuada seducción femenina, se atenúa
por gestos de compañerismo.
El Disk Jockey logra que la gente se desenfrene, se enamore,
se pelee, se emocione; produce bruscos virajes en los asistentes.
En la esperada Ceremonia de las Velas, Mariju va llamando
en orden creciente a sus invitados significativos y les
dedica algunas palabras: compañeros de la primaria,
parientes pobres, gerentes, parientes ricos, familia de
U.S.A., abuelos fallecidos, compañeras de hockey,
mejores amigos del colegio, ex-novios; cada uno merece una
presentación y una situación particular. La
música acompaña con mayor o menor adecuación.
El clima se pone tenso cuando nombra a su tía materna
Mabel, desaparecida, y emotivo cuando invita a su abuelo
materno internado, quien desde el monitor bendice a todos.
Hay misterio en torno a la desaparición de la tía.
Su hermanita Magda, quien se había escondido en una
situación anterior con la perrita de su abuela, la
esposa del abuelo Teodoro, no aparece al ser llamada. MariJu
convoca a su madre, quien busca a Magda, y a su padre, el
cual da una explicación descalificadora de la ausencia
de su hija.
Los invitados se acercan con desasosiego a la cámara
preparada para dirigirse al gran Dr., el abuelo Teodoro,
último sostén moribundo del patriarca, para
plantearle las más diversas confesiones y cuestiones.
MariJu se aleja de su fiesta y observa a escondidas los
planteos y las respuestas del abuelo; súbitamente,
a solas con él le pide que niegue lo que de él
se dice: cuando su tía Mabel fue secuestrada por
ayudar en una villa, él no hizo nada para encontrarla.
En su intento por responder, el abuelo se atraganta y enmudece.
Mariju comprende; Ernesto se fija en ella por primera vez.
El abuelo se limita a gesticular manteniendo su compostura
frente a las distintas demandas. Sus gestos, después
de un intervalo, se van tornando enigmáticamente
reiterativos. Mariju infiere y comprueba su hipótesis
al observar horrorizada o divertida las más alocadas
y escandalosas reacciones de quienes lo consultan -rupturas
de parejas, declaraciones intempestivas de amor, insultos
inesperados, abusos de confianza, delaciones- ya que interpretan
a su antojo los gestos repetitivos del video del abuelo
Dr. Teodoro.
Desorientada, obnubilada, es llamada a cumplir con la ceremonia
de la torta, otras velitas, deseos: Magda retorna con actitud
'espectral' y su hermana mayor logra con angustia hacerla
recapacitar sobre su posición 'fantasmática'.
Se acerca a su mesa de regalos; desecha los electrónicos
y las joyas, retoma una lapicera y un diario; escoge y rescata
unos libros. Se va de la fiesta. Ernesto y Magda la acompañan.
 |
STAFF
(1)
|
|
 |
STAFF
(8)
|
|
|